Estas cuatro jamugas las he restaurado este invierno.
La ebanistería no estaba mal, el taraceado regular, el barnizado bastante desgastado y los colores muy matizados.
El estado de los cueros, como es de imaginar, era muy deteriorado, acartonado, remendado toscamente y se había perdido la policromía.
Se le asentó la taracea, corrigiendo la pérdida de adherencia de las piezas; se repusieron las piezas perdidas de grecas, estrellas y cordón; se barnizaron con goma-laca a muñequilla y se sustituyeron los cueros deteriorados, repujando réplicas de los mismos.